LAS MARCAS DE PROPIEDAD EN LOS LIBROS
Una de las costumbres mas arraigadas del género humano es señalar como propio aquello que le pertenece (y en ocasiones también lo que no le pertenece). Al marcar con su nombre las cosas, el propietario simplemente está indicando que existe un dueño, evitando así confusiones en cuanto a su legítima pertenencia. Siguiendo esta costumbre no es de extrañar que los libros, como objetos de valor que son, sean firmados por sus dueños o señalados por cualquier marca de posesión.
La propiedad de los libros se manifiesta mediante anotaciones manuscritas, por el superlibris o mediante los exlibris.
Los exlibris, herederos del superlibris, son unas hojas de papel impreso que se adhieren en el interior de la cubierta del libro, indicando la pertenencia del mismo a una determinada persona o biblioteca. En un exlibris intervienen generalmente tres elementos:
La locución latina "ex libris" o "ex bibliotheca".
El nombre del propietario.
Un dibujo, simbólico o alegórico, que tiene relación con el propietario.
En ocasiones se incluye también una leyenda o lema que acompaña al elemento figurativo de la composición.
ANOTACIONES MANUSCRITAS
Este tipo de marca es la mas abundante. En las mismas no solamente se menciona a la persona a quien pertenece el libro, sino que con relativa frecuencia también se hace referencia a otros datos, como la fecha y lugar de adquisición, acontecimientos políticos, sociales o personales, importe de la adquisición, dedicatorias, etc.
EL SUPERLIBRIS
El superlibris es una identificación de la propiedad del libro, que se realiza a la vez que la encuadernación. Suelen ser de dos tipos: figurativos y textuales.Los textuales recogen frases cortas o simplemente las iniciales del nombre del propietarios, mientras que los figurativos incorporan motivos de carácter simbólico o heráldico. Se suelen realizar en relieve y con pan de oro.
EL EXDONO
El exdono es una variante de los superlibris y de los exlibris. La locución latina ex-dono precede al nombre de la persona que dona el libro. Utiliza los mismo mecanismos que el superlibris y el exlibris (grabado al encuadernar o etiqueta pegada en la guarda) y sirve para recordar a la persona que realiza la donación de sus libros.
MARCAS DE FUEGO
La marca de fuego se define como una señal carbonizada colocada principalmente en los cantos de los libros mediante un instrumento metálico candente, cuya finalidad era indicar la pertenencia de un libro a determinada biblioteca. Las comunidades religiosas, que eran las que tenían mayor número de volúmenes y necesitaban preservar sus bibliotecas, fueron las que con mayor medida utilizaron este recurso. Actualmente se valora como un testimonio histórico distintivo que permite identificar a las instituciones y particulares que se valieron de ellas, como evidencia de haber sido los poseedores de ciertas colecciones bibliográficas.
Para saber mas: http://www.marcasdefuego.buap.mx